El boom del Barbershop

La peluquería masculina ha pasado por un gran momento. Ha obtenido más presencia, reconocimiento y todo aquello que se merece. ¿Qué pasa después de eso? Han aparecido el boom del barbershop. Con este auge, es bueno el crecimiento de un sector, pero, ¿de qué modo está creciendo?

El año pasado en Salón Look, IFEMA, Madrid, nos dieron una charla a los profesionales de peluquería y estética, donde los peluqueros salíamos mal parados. Nos dijeron que el sector de la peluquería estaba perdiendo profesionalidad, cada vez más hay peluquerías pequeñas, con menos recursos, menos incorporación de tecnología en los salones y precios más bajos. Esto hace que la media nacional dentro del sector descienda en facturación general y en profesionalidad. Lo más curioso es que el mundo de la estética, al contrario, ha aumentado en facturación y en profesionalidad. Alguna conclusión habrá que sacar.

Dentro de la peluquería masculina, que es lo que conozco, he visto esto: Este “boom” del barbershop que nos ha llevado como una ola de empuje, donde todos nos hemos subido y aprovechado, ha generado que el barbero sea una profesión de moda.

Han aparecido un gran número de nuevos barberos y barberas. Hasta aquí todo perfecto. Parte de estos nuevos jóvenes se interesan por hacer cortes con degradados. A esto le sumamos que hay una gran demanda de ese tipo de corte por parte de la clientela, por lo que se juntan el hambre con las ganas de comer.

Este fenómeno ha creado un sector de jóvenes barberos que, solo desarrollando poco servicios, les va bien y pueden vivir de ello. Este sector de jóvenes, queriéndolo o sin quererlo, se han quedado encasillados.

Hay algunos barbershops que me recuerdan al barbero que iba yo con 10 años. Brillantina en el pelo (ahora pomade), bigote en el rostro. Por entonces, llevaban bata blanca, ahora mandil, y esos barberos solo sabían hacer 3 cortes de pelo. Algo así está pasando en un sector de estos nuevos barberos. Hay algunos barbershops que incluso tienen los cortes de pelo que hacen en unas laminas en la pared y solo
tienes que decir ese, ese o ese.

Pensad cuando vais a una cafetería estilo vintage. Todo esto está muy bien en cuanto a decoración, ya sean cafeterías o barbershops, pero la diferencia es que, cuando vas una de estas cafeterías vintage, tienes 6 clases de café, 10 clases de té y un coctelero preparando combinados. ¡Claro! Vivimos en el 2020, no en 1940.

Todo esto ha hecho que, en general, el nivel de profesionalidad de la peluquería haya bajado. Entre el “Low Cost” y algunos Barbershops, se han abierto salones de pocos metros, con servicios básicos, con poca calidad y precios bajos. Esto hace que las estadísticas en cuanto a profesionalidad y precio medio de servicio, bajen.

El boom del barbershop y su futuro

Ahora es el momento para que los barber@s que se sientan profesionales, avancen, decidan salir de esa área de confort, hacer degradados sin parar y que suban en calidad de trabajos, servicios, variedad y precios.

Si cobras más, tienes que ofrecer más. Y eso hace que estés avanzando constantemente. Avanzar en todos los aspectos te hace ser más profesional. El ser más profesional te hace sentir mejor. El sentirte mejor, te hace ser más feliz. ¿Qué buscas en tu vida laboral?

Esta es una profesión que requiere vocación, creatividad y muchas ganas. Pregúntate ¿para qué te has hecho barber@?

No podemos dejar que todo este empuje, todo este movimiento de la peluquería masculina, se nos vuelva en contra. Hay que avanzar, querer ser mejor profesional y conocer el sacrificio que ello conlleva. Subir el nivel es cosa de todos.

Enrique Marco